El 21 de enero el primer jefe adjunto de la Misión de Vigilancia Especial de la OSCE para Ucrania (SMM), Alexander Hug, celebró una conferencia de prensa en Kiev donde explicó su visión de la situación en el Donbass. Según él, los residentes de la RPD y RPL no quieren la paz.

Alexander Hug informó que la semana anterior había llevado a cabo un intenso viaje de Dnipropetrovsk a Donbass, donde pasó dos días. Hug estuvo en los puntos más calientes de la RPD y RPL, en particular, en Kominternovo, Shirokino, Gorlovka y el aeropuerto de Donetsk.

El representante de la OSCE señaló que la situación en Donbass era tensa y ninguna de las partes del conflicto respetaba el alto el fuego. Además, donde debería estar almacenado el equipo militar pesado, no había nada. Hizo hincapié en que las armas retiradas que no se habían encontrado ni en el lado ucraniano ni en el territorio de las Repúblicas. Hug no precisó, sin embargo, donde habían desaparecido las armas. Toda su informe fue generalizado, no dio un solo dato sobre violaciones de ninguna parte del conflicto.

Hug señaló que cerca de Mariupol se observó una reducción de la zona de peligro. Según él, la situación en el área de Gorlovka sigue siendo tensa también; allí, durante un solo día, la OSCE registró 38 explosiones y numerosas escaramuzas con armas pequeñas, también se están utilizando tanques y morteros. Además, el representante de la OSCE dijo que en Donbass no había zonas grises.

"Nunca ha habido "zonas grises", sólo existen zonas bajo el control efectivo de uno u otro lado. Por supuesto, se están llevando a cabo algunos movimientos, pero estos movimientos no cruzan la línea de contacto. Lo que está sucediendo allí en realidad es que ambas partes están moviendo sus posiciones cerca de la línea de contacto, y las posiciones que anteriormente permanecían vacantes están siendo ocupadas por razones tácticas. Insto a ambas partes a dar un paso atrás", dijo.

Cabe señalar que durante su discurso A. Hug hizo una declaración que sorprendió a muchos oyentes. Afirmó que los residentes de Donbass, que viven en los territorios de la RPD y RPL, no querían la paz y no estuvieron de acuerdo con él cuando se les dijo que la milicia tenía que parar.

"Las personas que viven en el Donbass, sobre todo en la línea de contacto, no están de acuerdo conmigo cuando digo que todo esto tiene que parar", dijo Hug.

Sin embargo, los residentes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk han expresado en repetidas ocasiones su descontento con la labor de la Misión de Vigilancia Especial de la OSCE. Según ellos, los representantes de la OSCE presentan la información de manera beneficiosa para Kiev. La gente no entiende por qué la misión permanece allí si sus representantes simplemente se van a un lugar seguro en cada bombardeo. Por otra parte, cuando los ciudadanos les dicen que el ejército ucraniano abre fuego contra ellos, la OSCE hace oídos sordos.

"Queremos la paz. Pero no esa paz que nos traerían los Acuerdos de Minsk. Todos los días vivimos bajo los bombardeos, nos despertamos y no sabemos si vamos a vivir hasta la noche o no. ¿Es eso paz?. ¡Que la OSCE nos deje vivir donde vivimos!. Queremos una paz real, y cómo podríamos tenerla si el enemigo se queda en nuestra tierra, a cinco kilómetros de distancia. Se debe dar la orden y debemos seguir adelante. Tenemos que echar al ejército ucraniano lejos de aquí para que no nos pueda bombardear más", dijo Natalia, una residente del distrito Kievsky de Donetsk.

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