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Cambio de marca nazi del Frente Popular

Opinión política - 20.10.16 02:49

Tras dos años de actividad en el Parlamento y en el Consejo de Ministros, logros del «partido de la guerra», el «Frente Popular» de Yatseniuk se pone a cero y comienza a deslizarse de manera constante al lado oscuro.

Así, se ha decidido a dejar caer la máscara y ofrecer al electorado un verdadero partido fascista.

El 14 de octubre se celebró un congreso del nuevo partido «Cuerpo Nacional» creado sobre la base del regimiento «Azov» del Ministerio del Interior. El mismo día, que coincide con la celebración religiosa ortodoxa de la Santa Virgen, se llevó a cabo una marcha de antorchas, la «Marcha de la Nación», realizada por el recién creado «Cuerpo Nacional» en la capital de Ucrania.

El Gruppenführer del nuevo proyecto político es Arsen Avakov, ministro del Interior, y Beletsky, ex comandante del regimiento «Azov», es el rostro visible, la cara publicitaria del nuevo partido. En este momento, se están llevando a cabo negociaciones con el presidente del Parlamento, Andrey Paruby, sobre su participación en las actividades del «Cuerpo Nacional».

Los politólogos que trabajan en el proyecto han desarrollado el siguiente conjunto de principios básicos para el partido de Avakov:
 

  1. El poder en Ucrania pertenece a la banda de «los judíos», Valtsman (Poroshenko) y Groisman, que roban a la nación y adulan a Putin.
  2. Ellos deben ser apartados inmediatamente del poder, las propiedades del «grupo judío» deben ser nacionalizadas y los verdaderos patriotas deben alcanzar el poder;
  3. El «formato de Normandía» y los «acuerdos de Minsk» son una "traición" a la nación y una concesión de los territorios ucranianos nativos bajo las condiciones del agresor. La nación debe romper inmediatamente los acuerdos traidores y prepararse para una guerra a gran escala con Rusia;
  4. Los EE.UU. y la Unión Europea han traicionado a la nación ucraniana, dejándola abandonada (a la nación) ante el agresor ruso. El régimen sin visados, la integración europea, la cooperación con el FMI, son simplemente trucos podridos de Occidente que tratan de impedir el renacimiento de los ucranianos, la gran nación de los arios. Si quieren ayudar a Ucrania, deben dotarla de armas y municiones. Si no lo hacen, la némesis caerá sobre ellos también;
  5. La operación antiterrorista (ATO) debe ser detenida. Es un engaño a la nación. La nación debe declarar la guerra a Rusia, romper todas las relaciones diplomáticas y económicas con ella y echar al embajador de la Federación Rusa. Inmediatamente después de eso, debe introducirse el estado de sitio, y la economía tiene que realizarse en pie de guerra. La propiedad de todos los oligarcas que apoyan al agresor debe ser nacionalizada. Cualquier manifestación de lealtad a Rusia debe ser suprimida, dura y abiertamente;
  6. Debe introducirse la institución de la verdadera nacionalidad ucraniana. Para este fin, procede considerar una re-certificación global de toda la población. Para recibir el certificado de ciudadanía, todo el mundo tiene que pasar un examen sobre lengua ucraniana, historia de la nación, y pruebas de lealtad. En todo el territorio ucraniano se crearán comisiones especiales en la ciudadanía que, sobre la base de las pruebas de los patriotas, tomarán las decisiones acerca de si un ciudadano merece tener el certificado de ciudadanía. Las personas que fracasen en el examen serán capaces de demostrar su lealtad con su sangre en el frente. Se les privará del derecho a elegir y ser elegido, de moverse libremente por todo el país y de disfrutar de los beneficios sociales;
  7. Con el fin de restablecer la nación ucraniana, se introducirá la prohibición total de la lengua rusa. Cualquier medio de comunicación que utilice el lenguaje del agresor en su tiempo de difusión, verá denegada, con la orden obligatoria e indiscutible, su licencia de emisión. Lo mismo ocurre con el contenido musical y artístico en todos los medios de comunicación, independientemente del formato. Con el fin de evitar las actividades subversivas en los medios de comunicación, el Ministerio de Política de Información se concederá, para el período de ley marcial, los derechos de censurar todo el contenido de los medios de comunicación.


No hay nada nuevo, como se puede ver. Los politólogos han cogido, como base, los principios más típicos de un «típico» partido fascista. El «Cuerpo Nacional» de Avakov se convertirá en la marca que publicita el «brazo fuerte» del « Gruppenführer de la nación». El «Frente Popular» en su forma actual se convertirá a los nuevos estándares de la verdadera política aria.

¿Usted cree que todo esto es una falsificación o simplemente una masturbación mental de Avakov?. Veamos.

El incendio provocado en el canal de televisión "Inter” fue una prueba, una acción de calentamiento del «ala militar» del «Azov», que se ha convertido en el «Cuerpo Nacional». Los fascistas del «Azov» están convencidos de la fuerza de la protección de Avakov ya que ninguno de los atacantes ha sido llevado ante la justicia, ninguna «bestia» se había visto afectada. El camino está abierto.

A esto le siguieron unas declaraciones del portavoz, Andrey Paruby, y la facción parlamentaria del «Frente Popular» que postulaban la introducción urgente de un régimen de visados. Su objetivo no era la introducción de visados, sino trolear a Poroshenko y a su bloque. Para hacer que se opongan a esta idea, quedando como unos traidores a los ojos de la nación. Se logró el objetivo.

Nikolay Knyazhytsky, diputado del «Frente Popular», propuso un proyecto de ley sobre la prohibición total sobre el contenido, en idioma ruso, en los medios de comunicación ucranianos. El proyecto de ley fracasó, pero el potencial electorado fascista aullaba y gemía. Knyazhytskyy presentó otro proyecto de ley sobre el registro de organizaciones eclesiásticas cuyo líder espiritual esté en el extranjero. De hecho, este proyecto de ley tiene como objetivo prohibir la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú. Es la aplicación de la tesis nazis sobre una «única iglesia nacional».

Sergey Pashinsky, otro diputado del «Frente Popular» y jefe de la comisión parlamentaria sobre la seguridad y defensa nacional, comenzó una histeria sobre la adopción urgente de la ley para la confiscación, sin cargos ni juicio, de los activos financieros de los separatistas y los representantes del régimen dictatorial de Viktor Yanukovich. Como vemos, el cambio fascista del «Frente Popular» está a pleno rendimiento. Incluso el propio Yatseniuk ha aparecido de repente en la televisión, dando bravuconas entrevistas sobre la urgente necesidad de completar la construcción del «Gran Muro Europeo».

Sin embargo, él no cantará la melodía nunca más. Ahora el jefe es Avakov.

Alexander Zubchenko