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El «Titanic» del Estado de Ucrania se está hundiendo

24.03.17 03:27

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Podemos dejar de preocuparnos por el futuro de la ex Ucrania y de los ucranianos: el Titanic del Estado ucraniano ya se está hundiendo. El agujero hecho por el iceberg ruso en la forma de la invicta Crimea y Donbass ya ha hecho su trabajo, y este agujero en la popa de este «Dream Liner» de Europa del Este no puede ser «reparado».

Poroshenko y Cía. no entienden que no son ellos los que dictan la nueva realidad política en Ucrania, sino aquellas personas que han demostrado su «derecho a la violencia» en las calles. El país en el que los uniformados armados entran en el parlamento del país y cuentan allí historias sobre su lucha contra un diputado, no puede llamarse Estado. Hoy han luchado contra un diputado, mañana lucharán contra diez, y pasado mañana, cuando estén convencidos de que "todos son iguales", lucharán contra todo el parlamento. Esa es la duda, es sólo cuestión de tiempo que el marinero ucraniano Zheleznyak se canse de esperar. Sólo varios meses, aparentemente. La observación de los acontecimientos de los últimos días en Ucrania muestra que la historia no ha enseñado nada a la clase política de este antiguo país. Poroshenko y Cía. continúan tomando una decisión tras otra: primero, que se detenga el bloqueo de Donbass, luego que se resuelva el tema según la legislación, sin ver que están cada vez más inmersos en un problema que no tiene reflejo práctico en la escala de la respiración histórica de un país tan grande, ya que el personaje principal de esta tragicomedia del bloqueo de Donbass ya no es el poder de oficina en Kiev, sino la gente en las calles.

Ucrania se ha metido en un zugzwang. A día de hoy, no puede abandonar Donbass, ni incluirlo en su composición. Esto último es imposible porque es imposible unir a los desconectados y abundantemente empapados en la sangre de la guerra civil, en ausencia de tradiciones históricas de Estado y de élites correspondientes y propias del Estado. Es imposible unir en un Estado a los banderistas de Lvov y Kiev y a los herederos del Ejército Rojo en Donetsk y Lugansk.

¿Separarse de Donbass?. También es imposible separarse por razones muy simples. En primer lugar, tan pronto como Ucrania deje ser a Donbass, se establezca una frontera de pleno derecho y deje de bombardear las zonas residenciales en las ciudades de Novorossia, en un plazo máximo de un año, Donbass restaurará la vida pacífica en los territorios controlados y, en dos o tres años, superará el nivel de vida ucraniano varias veces a un ritmo creciente. Ucrania y Europa han estado jugando a prolongar el proceso de Minsk por mucho tiempo, por lo tanto, como resultado, no habrá ni proceso de Minsk, ni Donbass como parte de Ucrania.

El hecho de que Rusia finalmente ha puesto fin al proceso de Minsk se evidencia por la creación del Comité público de Integración «Rusia-Donbass», que incluye a representantes de las autoridades de Rusia, de Novorossia, políticos, empresarios, expertos y figuras públicas. El Comité de Integración «Rusia-Donbass» se ha creado como una estructura pública permanente cuyas actividades se destinarán a fortalecer el proceso de integración humanitaria, social y cultural de Donbass y la Federación de Rusia.

Hasta finales de 2017 se esperan varias reuniones del Comité de Integración en Donbass y en la Federación de Rusia, en cuyo marco es posible debatir cuestiones económicas, sociales y humanitarias de actualidad entre la Federación de Rusia y Donbass. De hecho, la creación de este comité significa que las fuerzas públicas de Rusia y Donbass están empezando a discutir y formular el concepto de integración de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y Rusia, que naturalmente se convertirá en la base para la integración de otras regiones de Ucrania que decidan unirse a Rusia.

En segundo lugar, la salida republicana de Ucrania iniciará, inmediatamente, procesos similares de descentralización en otras regiones del país, en primer lugar, en las regiones de Járkov, Nikolaev y Dnepropetrovsk, así como en Transcarpacia. La salida de Mariupol marcará el retiro potencial del territorio ucraniano prácticamente hasta Odessa, es decir, Ucrania casi perderá el acceso al mar.

La élite local está preparando este proceso a toda velocidad. En concreto, según la edición de «Noticias de Transcarpacia», "los residentes de nuestra región que tienen la ciudadanía húngara aseguran que, en caso de agravación de la situación política y social en la región, Hungría está preparada para entrar con sus tropas en el territorio de Transcarpacia para estabilizar la situación y proteger a sus ciudadanos. Parece que la historia de 1939, cuando Hungría mandó sus tropas a Transcarpacia, podría repetirse para contrarrestar el extremismo gallego".

Los países de la UE confirman esta información. Como un oficial de una empresa militar privada europea dijo a condición de anonimato, "Poco antes del nuevo año (alrededor de mediados de diciembre de 2016), una empresa militar privada firmó un servicio muy grande e inmediatamente se trasladó, casi en su totalidad, a Hungría, a las zonas fronterizas con la Transcarpacia ucraniana". Su empresa militar estaba encargada, en caso de un nuevo "Maidán" o de una lucha civil en Ucrania, de entrar inmediatamente en el territorio de Transcarpacia para proteger a los ciudadanos de la Unión Europea.

A los militares se les dieron mapas de Transcarpacia con instrucciones específicas sobre dónde y cuándo avanzar, y qué localidades, puentes y cruce de caminos deberían tomar. El objetivo está en la velocidad del rayo, la coherencia y la coordinación clara con los Rusins (rutenos o rusinos). En Transcarpacia, hay coordinadores -personas que se supone deben proporcionar la asistencia máxima desde la otra parte (ucraniana), si es necesario- que llevará al personal de la empresa militar por sendas de "contrabandistas" al lugar de un nuevo despliegue y luego les proporcionarán cobertura y suministro. Los guardias fronterizos húngaros y los servicios especiales, por su parte, no obstruirán la marcha de los mercenarios involucrados en esta operación.

"Si las Fuerzas Armadas son lanzadas contra Úzhgorod (N. de T: capital de la Óblast de Transcarpatia), en este caso (que también está siendo considerado), el gobierno húngaro está incluso dispuesto a introducir, en respuesta, al ejército y a las fuerzas especiales en el territorio vecino. Estrictamente dentro del marco legal, con el fin de proteger la vida de sus ciudadanos, de los cuales varios cientos de miles de personas viven en esta región occidental de Ucrania. Por lo tanto, el problema que se daría con la salida de Transcarpacia (y otras regiones occidentales del país) de Ucrania ya ha sido resuelto -entre bastidores, pero al más alto nivel: a nivel de los gobiernos de los países de la UE, de los servicios especiales y de las élites europeas. Y cómo esto se formalizaría legalmente -ya sea con la entrada directa de Transcarpacia en Hungría, la confederación con sus vecinos magiares (N. de T.: también conocidos como húngaros) o la implementación de algún escenario «abjasio»- ya es una cuestión menos importante.

Es decir, el modelo del colapso de Ucrania va de la periferia al centro. Lo que podemos ver es Crimea, Donbass, Transcarpacia. Además, Járkov y Lvov, y así sucesivamente. Entonces el país se incomunica del mar y de los puertos, y Rusia va a Transnistria. Es decir, el estado fallido se ve privado de los territorios más remotos que rápidamente, por razones históricas, entran en los campos de gravedad de otras entidades políticas y estatales.

Por lo tanto, el abanico de oportunidades de Ucrania se ha reducido a un nivel tal que prácticamente no existen, ya que Ucrania no puede hacer regresar a Donbass ni separarlo. En un caso, la guerra civil llevará al estrangulamiento económico del Estado, en el otro, a su desintegración territorial. Por lo tanto, la alineación actual de las fuerzas de Kiev, los juegos de todos con todos, no tienen ninguna relación con el verdadero proceso político de gobernar el país. Los clanes se han metido en sus juegos tan profundamente que sólo ven los intereses comerciales de cada uno, mientras que los intereses del país ya no existen para ellos -ellos luchan sólo por ese pedazo de pastel que pueden sostener, pero esto es ya es una estrategia perdedora.

Las publicaciones occidentales también escriben sobre esto: "El gobierno alemán ha declarado que no entiende las acciones de Ucrania y "de una forma sin precedentes" advirtió a Kiev del colapso del país”. Se citan las palabras del representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania, Martin Schaefer, quien señaló "las tendencias continuas hacia una división en Ucrania". La Associated Press estadounidense señala el "giro brusco" de Poroshenko que primero trató de detener el bloqueo, y ahora él mismo lo da a conocer. La agencia señala "la vulnerabilidad del gobierno ucraniano a las fuerzas radicales", "se nota que son los nacionalistas los que influyen cada vez más en el rumbo político del país”.

Así, la junta ucraniana, al llegar al poder sobre las bayonetas de los radicales, no ha logrado recuperar el monopolio de la violencia. Como resultado, los radicales se fortalecen cada mes, y hoy el poder no puede detenerlos, ya que no tiene la autoridad necesaria, mientras que el ejército, viendo lo que está sucediendo en la cima, es más probable que siga a los radicales vistos como la única fuerza que puede establecer el orden en el país. Esto también se evidencia en la reciente unificación del partido «Svoboda», del «Sector Derecho» (una organización cuyas actividades están prohibidas en Rusia) y el partido «Cuerpo Nacional» brazo político creado sobre la base del batallón nacionalista Azov.

Esto es, lo más probable es que la desintegración territorial del país ocurra simultáneamente con la pérdida de la capitalidad de Kiev y el colapso del poder estatal en todos los niveles. Este no es un buen escenario para Moscú, ya que sería mejor que el proceso fuera más gradual y que Rusia tuviera tiempo para digerir y construir los territorios entrantes con un solo mecanismo. Por lo tanto, cuanto más feroz es la guerra de los clanes de la junta por el poder ya fantasma en Kiev, más rápido nuestras «ardillas» lanzan la rueda amarilla y azul del Estado ucraniano al acantilado.